Tenemos una web bien construida (que posiciona, que comunica, que es atractiva...), tenemos una plataforma de venta online eficiente... pero ¿cómo lo hacemos para que los visitantes se conviertan en clientes, para convertir el tráfico en ingresos? Este es probablemente el objetivo más importante de la web.
Facilita la visita y muéstrales que tu marca es de confianza:
- Define claramente a quién se dirige tu negocio (administraciones públicas, empresas privadas, particulares...).
- Destaca las cualidades que te hacen diferente, lo que te diferencia de otros negocios, lo que beneficiará a tu cliente si te contrata ("12 años de experiencia", "entregas gratuitas"...)
- Incluye calificaciones, distintivos, sellos de calidad como la ISO en el pie de la web, porque son indicadores objetivos de tu buen hacer.
Debemos conseguir que el usuario esté más tiempo visitando nuestra página, así podremos demostrarle todo lo que podemos hacer por él:
- Ofrece contenido de calidad
- Incluye vídeos y otros multimedia (por ejemplo, vídeos de demostración del producto)
- Instala un buscador de contenidos interno
Y no te olvides de generar interacción:
- Haz promociones online (pero con cabeza, para no bajar el valor del producto; por ejemplo, "primera consulta gratuita").
- Facilita un formulario de contacto online con el mínimo de campos posible, para que sea fácil y rápido de rellenar. Que incluya debajo la ley de protección de datos personales.
- Muchas veces preferimos hablar con una persona real, así que haz evidente la dirección y teléfono de contacto en la página principal, junto con una llamada a la acción: "Llámanos". Además, será la manera de demostrar tu buen trato con el público (recuerda la idea de p-commerce, más artesanal que el e-commerce).
- Facilita que los visitantes puedan compartir contenido en las redes sociales, imprimirlo...
- Permíteles hacer comentarios.
- Y descargarse contenido.
Cuándo hagas este rediseño, no olvides hacer seguimiento de las estadísticas de visitas de tu página web para comprobar que vas por buen camino y que, por tanto, la inversión está siendo rentabilizada.
Y activa tu 'chip 2.0': si sabemos qué es lo que coge nuestro cliente en la tienda y dónde están los productos en los estantes, ¿por qué no atendemos con el mismo mimo las peticiones que nos llegan a través de internet, o dominamos igual la disposición de los contenidos de nuestra web?
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Tenemos una web bien construida (que posiciona, que comunica, que es atractiva...), tenemos una plataforma de venta online eficiente... pero ¿cómo lo hacemos para que los visitantes se conviertan en clientes, para convertir el tráfico en ingresos? Este es probablemente el objetivo más importante de la web.
