Un simple 'me gusta' no es tan ingenuo, ni tampoco las fotos que subimos a internet.
Las redes sociales saben tus gustos, tendencias políticas y religiosas, tu estado civil... ¿Te has fijado que los anuncios que aparecen tienen relación con tus gustos?
Tus datos e información son el 'pago' para servicios online aparentemente gratuitos.
Lo mismo con las aplicaciones del móvil que acceden a nuestra agenda de teléfonos, por ejemplo.
La información es poder.
Tu privacidad vale oro.
No se trata de tener miedo, sino de leer la letra pequeña e informarnos antes de aceptar/acceder a webs y aplicaciones.
Se trata, en definitiva, de mantener el control sobre nuestra navegación y reputación online.
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