Cuando esté jubilada me levantaré tranquilamente por las mañanas. Eso sí, seguiré poniéndome el despertador. Mi cuerpo es capaz de dormir infinitas horas (palabra. Lo he probado, sé de lo que soy capaz. Quizás pueda ganar un Record Guinness y no soy consciente de ello).
Haré cuatro estiramientos para desperezar el cuerpo, en plan “¡mantén el culo firme, Txell!”, si no fijo que parezco una escoba tiesa. Meditaré algunos minutitos para llenarme de creatividad. Meditar puede centrifugarme más que una lavadora y, en la vida, tenemos que tener herramientas emocionales para cuando caen chuzos de punta.
¡Que no falte un buen desayuno! Me prepararé esas tostadas con pan de trigo sarraceno y aguacate que tanto me gustan, con una infusión de jengibre y limón (sí, muy verde todo, lo sé, pero somos lo que comemos y el verde realza mi color de ojos).
Una duchita rollo spa, ¿sabes a lo que me refiero, verdad? Lenta, bien calentita… (me encantan los jabones con olor a melón, una frikada mía).
Daré un paseo por la naturaleza, o por el casco antiguo, que soy muy de piedras también.
Después, me sentaré con mi café y charlaré con quien quiera escucharme, compartiré y me pondré al servicio de aquellos a quien mi experiencia pueda serle útil. O escribiré un rato. O me iré de viaje, que yo soy muy de ver mundo.
A continuación…
Oh, wait! Pero… ¡pero si mi vida YA es así!
Sí, sí, tal cual. Así son más o menos mis días. Intento levantarme con la máxima calma y no tengo horario fijo para llegar a la oficina (si es que llego, porque si tengo temas de creatividad a veces me quedo en casa).
Y cuando tengo clientes, son clientes que valoran mi experiencia y a los que puedo ser útil con mis conocimientos. Nada forzado, muy fluido. Porque hacer negocios, a mi entender, debe ser una relación muy natural.
La idea es que, cuando decidí emprender, decidí montarme la vida de mis sueños. A mi ritmo, con mi estilo, aceptando lo que me pide el cuerpo. Sin juzgarme, dejándome sorprender por mí misma. Me hice preguntas como:
Y así fue como fui dándole forma a mi vida.
Para conseguirlo, la clave es:
Algo que parece tan simple… pero que es todo un temazo.
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Un abrazo,
Txell
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