Toda la vida había concebido la palabra ‘estrategia’ como algo malo, nefasto quizás. Hasta que me convertí en empresaria. Ahora me doy cuenta que tener estrategia es lo que diferencia los amateurs de los profesionales, la diferencia entre tentar a la suerte o tener claro el paso a paso.
Of course, no todo se puede tener controlado -además si es así se pierde esa chispita de la improvisación- pero tener un pensamiento consciente y un mapa para aplicar deliberadamente, funciona. Como siempre digo, el marketing y las ventas no son humo, sino que son una ciencia con resultados. (Clica y tuitéalo)
Para poder trazar este mapa del que tanto hablo en mi libro Working Happy, hay tres preguntas claves que debes formularte:
Sin estas respuestas, difícilmente tu negocio tenga éxito. Y el error puede ser relativamente pequeño si eres una empresa de nueva creación, pero si eres una empresa con algunos años de andadura, el ostión puede ser brutal.
Y lo he visto con mis propios ojos. Empresas aparentemente consolidadas que han muerto de éxito por falta de un plan, de una estrategia.
Acércate. ¿Quieres saber los errores más habituales, por los que fracasan más las empresas?
Errores habituales en nuevas empresas:
Esto en el caso de empresas jóvenes. ¿Pero qué errores comenten las empresas consolidadas que las llevan al fracaso?
En todos los casos, el motivo de tener que cerrar la persiana tiene que ver con la falta de estrategia. (Clica y tuitéalo)
¿Y tú, cómo llevamos la estrategia?