Hoy, con tu permiso, voy a saltarme el guión. Descorcha la botella de cava (yo soy más de vino, pero haré una excepción) porque tenemos mucho que celebrar.
Verás...
No sé si lo habrás visto en redes sociales o en prensa, pero el viernes pasado me dieron el Premio FemTalent 2017, junto a otros galardonados como Jordi Évole de Salvados. FemTalent es una iniciativa impulsada por la Red de Parques Científicos y Tecnológicos de Cataluña (XPCAT), junto con organizaciones como Barcelona Activa y la Coordinadora de Asociaciones que la agrupan, en quien recae la presentación y votación de candidaturas, y a mí me otorgaron el de Talento emergente “como ejemplo de liderazgo y empresariado femenino sub 35".
Antes del día D, y tras saber que solo quedábamos tres finalistas, estaba como un flan por el simbolismo del guardón -reconoce los valores y la trayectoria en la igualdad de oportunidades y la promoción del talento femenino-. Así que practiqué una de las técnicas que sugerimos en nuestras consultas, que es la de autoentrevista (intentar alejarnos de nosotros mismos, de nuestra personalidad, formulando preguntas que nos acercarán a la solución). Un diálogo interior similar a este:
- ¿Por qué crees que te han elegido? Porque esto es una votación popular vía asociaciones, no ha dependido de ti.
- Mmm… Pues, por un lado, tenemos 11 años de trayectoria y más de 2.000 clientes y alumnos en todo el mundo. Además, como empresa, somos un ejemplo de conciliación laboral y familiar clarísimo, y apostamos por contratar talento nacional. El último año hemos invertido más de 4 mil euros en contenidos gratuitos de vídeo y blog para democratizar nuestros conocimientos en marketing y emprendimiento.
- Dime más…
- Somos asesores en marketing y ventas homologados por la Generalitat. Tenemos el aval de Google. Damos clases en muchas universidades. Nuestro libro Working Happy ha sido número uno en ventas en Amazon. El Parlament también reconoció mi carrera como mujer. La Universidad de Yale me seleccionó para el primer programa de liderazgo femenino (siendo la única mujer de la Unión Europea y la más joven)…
- Me falta algo…
- Sí, lo sé. Todo esto son datos objetivos, como si tuviera que convencer a alguien, pero sin alma. Tengo que sentir desde dentro que me lo merezco, por haber dado voz a las grandes mujeres de mi familia (una voz un poco de pito, a veces, pero voz al fin y al cabo). Tengo que sentir que este premio no es para mí, ni para mi ego, sino aliento para seguir este camino y llegar a más mujeres que necesitan encontrar su voz en el mercado laboral. Viéndolo así… soy merecedora, ¡claro que sí! Porque todas las mujeres lo son. Así que, en realidad, este premio ya es mío. Ya es mío. Mío y de todas las mujeres que me rodean e inspiran cada día.
Durante dos días, me hice un hartón de respirar, de meditar y de repetir mentalmente este mantra: “me merezco este premio, que me permitirá ayudar a mucha más gente”. Me sentía digna, y sentía que, el hecho de recibirlo, beneficiaría a muchas personas, pero que si no me lo daban no pasaba nada, porque lo que hago cada día es mi misión en esta vida, y creo en ella.
El resto… es historia. Una historia que ahora comparto con vosotros para corroborar que el amor y los valores serán, cada vez más, la puerta de entrada al éxito (Compártelo en Facebook o Twitter). Es un honor haber recibido este premio, pero lo es aún más haber encontrado mi propósito en la vida y trabajar de una manera ética y feliz, ayudando cada día a más gente para que también lo consiga.
